Jim Córdoba Alfaro, es un joven costarricense de 26 años de edad a quien le resulta muy importante la conservación y la comunidad de la Península de Osa. Tiene más de 10 años de estar estudiando la diversidad de la zona. Desde los 9 años de edad descubrió su pasión por los insectos. Dentro de su historia ha sido voluntario por muchos años del Museo Nacional de Costa Rica, y a los 14 años inicio su voluntariado en el museo de insectos de la Universidad de Costa Rica. Posteriormente inicio sus estudios en biología tropical y manejo de recursos naturales. Debido a que no encontraba respuestas a todas sus interrogantes en la literatura, dio el paso de vivir la aventura y encontrar sus repuestas en el campo. Es por este motivo que se trasladó a la Península de Osa, por el sector de la Leona, desde ahí empezó a estudiar las especies de los insectos.
En el ámbito académico estudió para ser guía naturalista y día con día camina dentro del Parque Nacional Corcovado y sus alrededores.
En su trayectoria ha publicado artículos científicos nacionales e internacionales como textos de historia natural, ciclos de vida, y de especies nuevas para Costa Rica; además ha tenido la oportunidad de nombrar varias especies.
Actualmente desempeña diversos roles en distintas organizaciones, es presidente y fundador de la Colección Insectopia la cual en este momento es la más grande en Costa Rica, y simultáneamente es presidente de la fundación Gavilán Blanco en Corcovado y secretario de la Asociación de Desarrollo Integral Corcovado Carate, ademas de ser un activista.
Cuando se habla de la biodiversidad en Costa Rica resulta muy difícil de dimensionar, cuando se habla de un 2.5% de la diversidad total del planeta tierra concentrada en una sola región, se habla de un número, no obstante, hay que considerar la interacción entre todos los participantes que conforman este porcentaje, la influencia del clima, la lluvia, las precipitaciones, la acción de cada individuo en el ecosistema, la cantidad de oxígeno.
En las palabras de Jim: “El futuro de los recursos naturales esta en una etapa crítica de incertidumbre, la degradación de los bosques es un tema diario. Los ecosistemas han ido cambiando su manera de funcionar, y si no se crea conciencia y buenas prácticas eventualmente desaparecerán.
Estudiar a los insectos, permite plasmar en conocimiento el rumbo y los cambios de la especie humana también. Son una pieza de información que permite entender los cambios en el entorno y el cambio climático, el clima y cambios en el modus vivendi de los distintos hábitats.
Recientemente se descubrió una mariposa, se hicieron estudios genéticos y se percataron de que hay 15 especies que son parte del mismo ecosistema, viven hombro a hombro y son diferentes entre ellas debido al material genético. Jim tiene en su haber ejemplares de los cuales solo existen tres en Costa Rica. Es un animal difícil de encontrar, inclusive hay especies que no se encuentran en toda Centro América y que viven en la Península de Osa.
Jim se siente muy identificado con las mariposas, dentro de sus anécdotas esta la primera vez que puso tomar en sus manos una mariposa Morpho Amathonte. La variedad de colores y diseños en las mariposas son increíbles. El tiempo de vida de cada mariposa es muy acorde a su especie, existen algunas especies que como larvas viven 7 años y como adulto tenga una vida de días o meses.